Aquí están las recomendaciones que nadie me ha pedido pero que me apetece compartir. Son parte de lo que me va transformando como profesional y persona. Creo que me ayudan a trabajar mejor, de alguna manera. Todavía no sé bien cómo, pero sospecho que si estoy avanzando en esto de "la vida laboral" y en esto otro de "la vida autónoma",  y siendo además capaz de disfrutarlo es, en parte, gracias a esto.

• Cómo no hacer nada. Resistirse a la economía de la atención de Jenny Odell. Para reflexionar sobre cómo la atención ya no es cuestión de foco, sino de comercio.

• El entusiasmo. Precariedad y trabajo creativo en la era digital de Remedios Zafra. El concepto "vidas-trabajo" ha resonado fuerte en mí.

• Frágiles. Cartas sobre la ansiedad y la esperanza en la nueva cultura, también de Remedios Zafra. Plazos para darle forma a ideas, precariedad y ambivalencias. Pero con esperanza.

• The people vs Tech de Jamie Bartlett. Curioso cómo allá por 2019 se hablaba ya de crisis democrática por la influencia de la tecnología, el capital y el control del discurso social. Ejem, Twitter. Digo, X. 

• Wabi Sabi: Sabiduría de Japón para una vida perfectamente imperfecta, de Beth Kempton. La belleza de la imperfección y el valor del paso del tiempo.

• Severance, en Apple Tv+. Muy loco todo. Y a la vez, no me chocaría que la realidad superase a esta ficción.

• The Office (US), en Netflix. En este caso quiero creer que tanta ficción no puede no ser real. Lo icónica que es se mide por la cantidad de memes que salen de ella años después.

• The Newsroom, para ver cómo podría ser el periodismo y confirmarse cómo no es actualmente. Pero queda esperanza. Creo. Espero. ¿No?

• The Marvelous Mrs. Maisel para ver cómo construir una marca personal, perderse en sus diálogos estilo Las Chicas Gilmore y, de paso, criticar el patriarcado.

• Succession. Todo lo que NO, por favor, qué angustia. Pero... un poco, es.

• Parks and Recreation, en Max. Para mí, la mejor comedia que hay y unos personajes que hacen equipazo profesional. Puede que la haya visto tres veces entera. O puede que más. 💚

Y como ciudadana, creo en explorar para avanzar en derechos y conquistas. Creo en la vulnerabilidad como sinónimo de fortaleza y humildad. Creo en el lenguaje inclusivo (más allá del palabro, me refiero a una comunicación que no presuponga ninguna característica individual y por supuesto que no discrimine en función de ella). Creo en la necesidad de que haya una vuelta a la conexión con la naturaleza. Creo en la amabilidad radical.

Antes de hacer, pienso. Y por eso puedo fluir.

No creo en utilizar técnicas comerciales para definir la comunicación de marca, ni creo en embudos de conversión para definir ideas creativas. No creo en (ni utilizo) técnicas intrusivas ni engañosas, y las suelo ver venir bastante rápido. No busco aparentar. Ni diluir para omitir. Ni distraer para empujar. Es más: no es que no lo busque, es que lo rehuyo, evito, rechazo.